Hay deportistas por vocación, los que desde pequeñitos ya sabían lo que querían hacer de mayor, deportistas por el interés de los padres en conseguir una vida mejor, como el caso de las
hermanas Williams, y deportistas por accidente, aquellos que acabaron en el mundo del deporte por casualidades del destino.
'Adebayor, levántante, anda y juega al fútbol'
Un caso curioso es el de
Emmanuel Adebayor. El delantero del Arsenal no comenzó a caminar hasta los cuatro años. Un balón perdido en una iglesia, en la que su madre se encontraba rezando por su hijo, hizo que Adebayor se levantara del carrito y corriera hacia el esférico. "Tu hijo anda gracias al fútbol. Eso debe ser porque el chico tiene el fútbol en sus venas", le dijeron a la madre de Adebayor el resto de familiares que se encontraba dentro de la iglesia.
Christoph Metzelder, defensa del Real Madrid, desveló que inició su carrera como futbolista tras encontrar un cromo de un jugador que se convirtió en su ídolo, Karl-Heinz Forster. "Encontré un cromo suyo en la calle, era mi ídolo en el 86 y me hizo coleccionar todos los cromos. Me animó a jugar a comenzar a jugar al fútbol, a meterme en un club. Fue el comienzo de mi carrera como futbolista", aseguró.
Los comienzos de
Michael Phelps en la natación también oculta algún que otro misterio. Aunque de pequeño le tenía miedo al agua, el 'tiburón de Baltimore' explica en su biografía que se refugió en las piscinas para no oír las discusiones entre sus padres, que poco después se divorciaron.
Tim Duncan, de nadador a estrella del baloncesto
Tim Duncan también iba para nadador. De hecho, el jugador de los San Antonio Spurs quería competir en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 con Estados Unidos en las pruebas de 50, 100 y 400 metros estilo libre pero el Huracán Hugo destrozó en 1989 la única piscina olímpica que había en las Islas Vírgenes, su lugar de nacimiento. Duncan tuvo que comenzar a entrenarse en el óceano pero su miedo a los tiburones le hizo dejar la natación y buscar otro deporte: el baloncesto donde se convirtió en la estrella del Instituto St. Dunstan's Episcopal.
El destino también intervino para que
Roberto Dueñas acabase en el mundo del baloncesto. Todo comenzó el día en el que le descubrieron en una parada de Fuenlabrada. "La leyenda urbana del autobús, como todas las leyendas, tiene un parte cierta y otra que no lo es. Hubo un entrenador que me vio en una parada del autobús, y durante dos días intentó coincidir conmigo, aunque justo cuando me veía yo me iba en el autobús. Finalmente, Miguel Ángel, que así se llama, habló conmigo y empecé a entrenar con ellos" ha reconocido varias veces el propio Dueñas.
La historia de cómo
Manolo Martínez acabó en la disciplina de peso es bastante curiosa. Aunque el leonés estaba en las escuelas municipales de atletismo, la primera vez que hizo lanzamiento de peso fue un día paseando por delante del colegio de huérfanos ferroviarios de León. Se quedó mirando durante un buen rato, hasta que su entrenador Carlos Burón le dijo si quería probar y así empezó todo.
El mal despertar de Juan Carlos Higuero una fría mañana de diciembreJuan Carlos Higuero también comenzó a correr por casualidad. Su hermano José Félix iba a participar en el Cross de la Constitución de Aranda en 1988. En un principio, Juan Carlos se iba a quedar durmiendo en su casa en aquella fría mañana del 10 de diciembre pero su hermano le despertó y le convenció para que fuera a la prueba. Sin apenas calentar, Juan Carlos Higuero se puso un dórsal y ganó el cross. De ahí al estrellato.
Otro caso más
Haile Gebreselassie . comenzó a ir corriendo a la escuela, a unos 10 km de su casa, con nueve años. Por eso, cuando corre lo hace con el brazo izquierdo torcido como si todavía estuviese agarrando sus libros camino de clase. Fue el inicio de uno de los mejores atletas de larga distancia del mundo.
Fuente: Marca